miércoles, 17 de diciembre de 2008

Releer para leer


Los libros te los encuentras, escuché decir a Ana María Matute hace muchos años. Aquelló se me quedó grabado. Hoy me topé con Los girasoles ciegos de Alberto Méndez después de mucho tiempo sin reparar en él y al releer desde el principio....


Superar exigir asumir, no paras página o echar en el olvido. En el caso de
una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo
independiente de que haya o no reconciliación y perdón. En España no se ha
cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público
de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se
festeja una vez y otra, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre
el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo
para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de
recuerdo: no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío (Carlos Piera).

... me puse a leer.